Penélope Cruz interpreta a la madre de Salvador en una escena de la cinta del director Pedro Almodóvar, “Dolor y gloria”. SONY PICTURES CLASSICS
Hay quien dice que al cine de Pedro Almodóvar lo amas o lo odias, y con esta cinta, “Dolor y gloria”, con la que recibió estupendas críticas en Cannes y que apenas se estrena en las salas de arte de los Estados Unidos, los que lo odian dirán que es más de lo mismo y para los que lo aman será un festín visual y metafórico que los dejará pensando e hilando recuerdos, placeres y por supuestos sinsabores.
Almodóvar no se mide, no se tienta el corazón y habla de sus traumas, de su madre y el complejo de Edipo; del padre ausente; de la pobreza; de la primera expresión de deseo sexual; del amor, y lo hace en su estilizado y agresivo estilo; su mundo de rojos, ocres y mostazas; extravagante, alucinante y de ensueño.
La cinta narra los reencuentros del director y guionista Salvador Mallo (Antonio Banderas) con su pasado. Su salud va en decadencia y los recuerdos que hicieron su existencia comienzan a surgir en sus momentos de soledad. Su niñez en la década de los 1960, su madre, la casa en la cueva, su primer amor, el primer deseo, su primer encuentro con el cine (en una pantalla que olía a orines), su primer desilusión, la primera realización de su frágil existencia… humanidad en la más pura esencia.
Almodóvar como siempre habla de la dificultad de separar el arte de la vida misma (de su vida misma); de la angustia que le causa a Salvador no poder hacer más cine; de la soledad más profunda que es la del artista sin su arte y de la posibilidad de revivirlo cuando una función de una antigua cinta aparece en el horizonte.
La tercera película de Almodóvar que tiene un director de cine como protagonista después de la “Ley del deseo” y “La mala educación”. En las tres historias se habla del dolor y la gloria y en las tres, se cuenta con cine las penas de un corazón roto.
Una cinta pausada, estilizada, pasivo-agresiva; Penélope Cruz como la madre de Salvador de niño; en una actuación contenida y deliciosa; el regreso de Cecilia Roth como chica Almodóvar, impecable, espectacular y, por supuesto, Banderas que se luce, como siempre y como nunca, logrando con esta participación el premio al mejor actor en Cannes.
En “Dolor y gloria” son otra vez los recuerdos y los detalles autobiográficos del manchego los que prevalecen. ¿Cuál es el recuerdo al que regresa de su infancia? ¿A qué historia se remonta cuando está solo y en plena paz o en agonía? ¿Cuál es el trauma que lo hizo persona? ¿Cómo lo superó? ¿Lo superó? Almodóvar en su egoísmo juega una vez más con la esencia humana; sus amores, sus tiempos, sus espacios y, por supuesto, sus traumas, y de paso también juega con los suyos.
Una cinta no para todos, pero si ama al manchego y su arte, simplemente no puede perdérsela.
DOLOR Y GLORIA
(Pain and Glory)
Drama
En español con subtítulos en inglés
Dirige: Pedro Almodóvar
Actúan: Antonio Banderas, Penélope Cruz, Cecilia Roth, Asier Etxeandia, Leonardo Sbaraglia, entre otros
Clasificación: R
113 min.
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